Eugénie Grandet, Honoré de Balzac


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“Tal es la historia de esta mujer que no pertenece al mundo en medio del mundo, que nacida para ser esposa y madre magnífica, no tiene marido, ni hijos, ni familia” (p. 202).

El párrafo anterior es el antepenúltimo de la obra, y es asimismo, el que engloba el espíritu y razón de la novela. Una mujer que no pertenece al mundo en medio del mundo… La sociedad europea de mitad del siglo XIX vive el ascenso definitivo de la burguesía como clase dominante, y como tal, ha determinado las nuevas relaciones sociales por medio de las cuales los hombres viven en sociedad.

Estas nuevas relaciones son revolucionarias desde todo punto de vista, pero cabe destacar, en función de la novela, el cambio espiritual a la que se ha visto sometido el ser humano. Las relaciones de interés primarán sobre los sentimientos nobles y puros, propios de la naturaleza humana. El amor, la comprensión, el sacrificio, el honor, la palabra… todo quedará subyugado a la fuerza dominante del dinero.

Eugénie es hija de Grandet, un avaro más preocupado por la acumulación de dinero que del bienestar de su hija y esposa. Un hogar que recibe apenas lo necesario para llevar una vida decente. Eugénie crece en una cápsula que la ha apartado del mundo exterior, manteniéndose incorruptible de las relaciones establecidas entre los hombres.

Dos familias burguesas de Saumur, provincia bajo la cual se desarrolla la historia, compiten por obtener la mano de Eugénie y así ganar los favores del viejo avaro. Sin embargo, los planes no serán tan sencillos porque Eugénie se enamora de su primo, Charles, quien se encuentra en una situación bastante difícil.

Dos fuerzas contrarias se debaten respecto al destino de Eugénie: el amor enfrentado a la avaricia. El corazón de ella se alza victorioso entre la avaricia y la conspiración, pero no así el mundo al que pertenece su padre y Charles. La avaricia de ambos da por tierra las ilusiones de amor.

Esta novela representa, a mi modo de ver, un contraste bastante interesante entre Romanticismo y Realismo. Por un lado, encontramos los valores exaltados y puros del Romanticismo, pero así mismo, nos encontramos con un retrato crudo de la sociedad propio del Realismo. Este contraste muestra la lucha entre los sentimientos del hombre y la sociedad corrupta por el dinero. Pensaría que es un realismo a fuerza de las circunstancias, un realismo que exalta los ideales del Romanticismo pero que coloca de relieve la realidad cruda y descarnada que aniquila esos ideales. Al final, es un romanticismo consciente que la sociedad burguesa aniquila el ideal humano.

En el trasfondo hay una cuestión importante: ¿el dinero para qué? Para el avaro burgués el dinero tiene valor en sí mismo, mientras que para Eugénie es un medio de alcanzar la felicidad y asegurar el bienestar de los hombres.

“Así fue como el padre y la hija habían contado cada cual su fortuna; él, para ir a vender su oro, Eugénie, para lanzar el suyo a un océano de afecto” (p. 122).


EUGÉNIE GRANDET. GRANDES CLÁSICOS DE LA LITERATURA, BIBLIOTECA EL NACIONAL. SERIE II VOL. 19 EDITORIAL PLANETA.

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